Estos días estamos de celebración. Dos títulos muy importantes en la historia moderna de los videojuegos cumplen 10 años. Por una parte tenemos a Gordon Freeman y su lucha contra los alienígenas, por la otra nos encontramos al brillante simulador de conducción que Polyphony Digital creó para marcar un antes y un después en PSX, ‘Gran Turismo’.
En efecto, la saga cumple diez años y para celebrarlo una auténtica fiesta en Nueva York al que pese a estar invitados, no pudimos asistir (nótese la fina ironía).
La celebración iba a contener alguna que otra sorpresa. Presencia de famosos, coches exclusivos, carteles de homenaje a los diversos títulos que ha producido la desarrolladora y el monstruo final, la sorpresa. Si al leer el titular llegas a preguntar si era una broma o por el contrario era cierto, tengo la respuesta. Sí, es cierto. Jugar a ‘Gran Turismo 5 Prologue’ funcionando a 240 fps y a una resolución de 3840 x 2160 es posible, sólo con PlayStation 3.
Tranquilos, que no es que el Cell haya despertado de su letargo o que Sony esté distribuyendo kits de desarrollo competentes, no. Se consiguió con cuatro PlayStation 3 conectadas en canal y ocupándose, cada una de ellas, de una parte de la pantalla, así cualquiera.
Por otro lado, el nuevo proyector de Sony que aún no se comercializado y que es capaz de llegar hasta los 4096 x 2160 de resolución, se encargara de mostrar semejante salvajismo a los asistentes. Para que funcionase todo y la sincronía no requiera la ilusión, la tasa de fotogramas del juego tenía que rondar los 240 fps, y vaya si se consiguió.
Un verdadero salvajismo que tan sólo tiene sentido dentro del marco de una celebración, pero que invita a reflexionar. Sony ya tiene listos proyectores con 4 veces la resolución más alta que podemos encontrar a día de hoy, pero aún así nos vende su “FullHD” como si fuese la gran cosa, cuando en unos años nos volverá a decir que no, que aquello no era alta definición de verdad. ¿Nos dan ganas de volver a la edad de piedra y quemar la tecnología?
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